Esta semana, la disputa entre las conocidas figuras de la farándula chilena, Daniela Aránguiz y Anita Alvarado, revivió con intensidad tras una publicación en Instagram de Alvarado que, aunque fue eliminada, provocó una serie de reacciones. En su cuestionario titulado “Preguntas a una tóxica”, Alvarado lanzó una serie de preguntas directas y provocativas hacia Aránguiz, (“¿Tuviste un abuelo que midió 2,10? ¿Fue guardaespaldas de un Presidente en Chile? (…)“.“¿Filtras información de tu ex? ¿Has hecho brujería ‘blanca’ para retener a tu ex? (…) “¿Serías capaz, al hombre que no dejas ir, dejarlo ir para que esté con la mujer que él elija? ¿Crees de verdad que él es incapaz de abusar de otras mujeres?“, entre otras.) insinuando aspectos de su vida personal y cuestionando su comportamiento en relaciones pasadas. Entre las preguntas, destacan alusiones a su familia y su exmarido, así como insinuaciones sobre acciones poco éticas, incluyendo la práctica de brujería.
La publicación, que fue rápidamente borrada, reflejó el resentimiento de Alvarado, quien justificó su ataque diciendo que como madre no puede olvidar el sufrimiento que ha causado Aránguiz a su hija. En un tono desafiante, Alvarado indicó que las acciones negativas tienden a regresar a quien las realiza, sugiriendo que el daño que se ha hecho en el pasado tendrá su repercusión.
Por su parte, Daniela Aránguiz reaccionó en el programa «Hay que decirlo», donde inicialmente ofreció una respuesta breve, pero luego se extendió más en su mensaje. Comenzó bromeando sobre las acusaciones de brujería, aclarando que no se identifica ni con la brujería blanca ni con la negra. Sin embargo, el tono de su respuesta fue serio y directo. Aránguiz expresó su frustración por los constantes ataques de Alvarado, enfatizando que el rencor que esta siente es infundado y que los eventos que se mencionan ocurrieron hace 15 años, cuando su hijo apenas tenía un año. «Ya supéreme, pasaron 15 años. Mi hijo tenía un año cuando yo me enteré de esta infidelidad, ahora tiene 16, así que le ruego que me deje tranquila. Que siga vendiendo su maní, su almendras y todos sus productos porque así también puede ganar plata, no solamente hablando de mí. ¡Ya me tiene aburrida esta mujer! ¡Para!“, señalo Aranguiz
Aránguiz hizo un llamado a Alvarado para que dejara de lado la rivalidad, recordándole que el tiempo que ha pasado desde su conflicto debería ser suficiente para que ambas mujeres siguieran adelante con sus vidas. Subrayó que la infidelidad de la hija de Alvarado ocurrió en el contexto de su matrimonio, un evento que le causó mucho dolor en su momento, pero que ahora considera un capítulo cerrado. A lo largo de su intervención, Aránguiz mostró su exasperación, pidiendo a Alvarado que se concentre en sus propios negocios y en su vida personal, sugiriendo que se dedique a su emprendimiento de frutos secos en vez de seguir atacándola.
El intercambio entre ambas figuras ha captado la atención mediática, no solo por la naturaleza pública de su enemistad, sino también por la forma en que ambas manejan sus conflictos personales en un entorno tan expuesto como el de la televisión y las redes sociales. La disputa refleja no solo una rivalidad personal, sino también las complejidades de las relaciones en el mundo del espectáculo, donde pasiones, rencores y el deseo de atención mediática suelen entrelazarse de formas inesperadas. La historia continúa desarrollándose, dejando a los seguidores expectantes ante una posible nueva confrontación o, quizás, un cierre definitivo de este capítulo en la vida de ambas.