Rusia Aprueba Proyecto de Ley que Prohíbe Propaganda sobre el Derecho a No Tener Hijos
La Cámara Baja del Parlamento ruso ha dado luz verde a un controvertido proyecto de ley que prohíbe la difusión de propaganda que reconozca el derecho de las mujeres a no tener hijos. Esta medida es parte de una serie de iniciativas restrictivas que el Kremlin ha implementado para reforzar su control sobre la sociedad. La nueva legislación, que aún necesita ser sometida a dos lecturas adicionales en la Cámara Baja y recibir la aprobación de la Cámara Alta, tipifica como delito la promoción de la ausencia voluntaria de hijos, imponiendo multas de hasta cinco millones de rublos (aproximadamente 47.000 euros) a quienes violen esta norma.
La urgencia detrás de esta legislación se enmarca en la crisis demográfica que enfrenta Rusia, y se ha hecho evidente que el país destinará 37.500 millones de rublos (más de 402 millones de dólares) en los próximos tres años a programas destinados a fomentar la natalidad. Esta decisión responde a la alarmante caída en las tasas de natalidad, agudizada por la incertidumbre generada por el conflicto bélico y el llamado “agujero demográfico”, que afecta a las mujeres que alcanzan la edad fértil tras una drástica disminución de nacimientos en los años 90.
Además, en los últimos años, el presidente Vladímir Putin y sus altos funcionarios han enfatizado la importancia de los “valores tradicionales” en la sociedad rusa. En un contexto donde la población sigue disminuyendo, Putin ha instado a las familias a tener más hijos, llegando incluso a sugerir que las mujeres deberían considerar tener hasta ocho hijos. Estas declaraciones reflejan un enfoque más amplio del Kremlin hacia la promoción de la familia y la natalidad como respuesta a la crisis demográfica.
La aprobación de esta ley marca un paso más en la dirección de políticas que limitan los derechos reproductivos de las mujeres, en un contexto donde el gobierno busca no solo aumentar la natalidad, sino también moldear la estructura social de acuerdo con sus propios ideales. La comunidad internacional y los grupos de derechos humanos han expresado su preocupación por estas medidas, que pueden tener un impacto significativo en la vida de las mujeres en Rusia.