Se pasaron dos pueblos una pareja en el Cesfam de Salud en Concepción

¡Hola a todos! Hoy en nuestro espacio de noticias y análisis, traigo un tema que ha generado gran preocupación en la comunidad de Concepción y en todo Chile: la violencia en los centros de salud, en particular, un incidente que ocurrió este pasado domingo en el Cesfam O’Higgins, uno de los principales centros de atención primaria de la ciudad. Este hecho no solo refleja una problemática social más amplia, sino que también pone en evidencia la vulnerabilidad de quienes trabajan en el sector salud frente a situaciones de agresión y falta de respeto.

Todo comenzó en el Servicio de Atención Primaria de Urgencia (SAPU) del Cesfam O’Higgins, que funciona en horarios de 20:00 a 00:00 horas durante los fines de semana. La lógica de estos centros es atender urgencias de baja complejidad, brindando un servicio fundamental para la comunidad, especialmente en horarios nocturnos. Sin embargo, en esta oportunidad, la tranquilidad se vio interrumpida por un acto de violencia que, lamentablemente, no es aislado en nuestro país.

Según la información oficial, una pareja llegó al lugar solicitando atención para un menor de edad. Como parte del protocolo estándar, el personal de salud solicitó las identificaciones de los adultos responsables para poder proceder con la atención. La reacción de la pareja, sin embargo, fue negativa: se negaron a entregar la documentación y, en lugar de colaborar, mostraron molestia. La situación escaló rápidamente cuando, en medio del altercado, ambos individuos agredieron físicamente a una funcionaria y, además, dañaron las instalaciones rompiendo vidrios del recinto.

Este acto de violencia no solo representa un ataque directo a una profesional que cumplía con su labor, sino que también pone en riesgo la seguridad de todo el equipo de salud y la infraestructura del centro. La respuesta del Municipio de Concepción fue rápida y contundente. La autoridad local presentó una querella en contra de los responsables, cuyos rostros quedaron grabados en las cámaras de vigilancia del SAPU. El alcalde Héctor Muñoz Uribe expresó con firmeza: “En el horario de atención del SAPU O’Higgins, dos personas agredieron a una funcionaria y también hubo daños a la infraestructura. Nosotros presentaremos la querella correspondiente para buscar los responsables, tenemos las imágenes que serán presentadas a la justicia”.

El alcalde Muñoz también hizo un llamado al respeto y a la comprensión, destacando que estas agresiones son “una cobarde actitud a funcionarios que trabajan prestando un servicio a la comunidad en un horario complejo”. Además, aseguró que la víctima cuenta con todo el respaldo institucional y que en los próximos días se reunirán con gremios de salud para evaluar nuevas medidas que refuercen la seguridad en estos centros.

Este incidente refleja una problemática más amplia que afecta a los profesionales de la salud en todo Chile: la violencia y la falta de respeto. Los funcionarios de salud están en la primera línea, enfrentando no solo enfermedades, sino también actitudes agresivas que ponen en riesgo su integridad física y emocional. La comunidad debe entender la importancia de respetar los protocolos y normativas vigentes, especialmente en momentos donde la paciencia y la empatía son clave para brindar una atención de calidad y segura.

El Cesfam O’Higgins atiende a más de 30 mil usuarios en la capital regional, siendo un pilar fundamental en la atención primaria. Por eso, hechos como este no solo afectan a quienes trabajan allí, sino que también impactan en la calidad del servicio y en la seguridad de toda la comunidad. La violencia no tiene cabida en nuestros espacios de atención sanitaria, y es responsabilidad de todos promover el respeto, la calma y la colaboración.

En conclusión, este lamentable episodio en Concepción nos llama a reflexionar sobre la importancia de proteger a quienes cuidan de nuestra salud y a fortalecer las políticas y acciones que garanticen su seguridad. La justicia actuará, pero también debemos comprometernos a construir una cultura de respeto y empatía en todos los ámbitos, especialmente en aquellos que demandan mayor dedicación y entrega, como la salud pública. ¡No más violencia, solo respeto!

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