¿Conoces la Cueva de los Patos en la Península de Coliumo?
En la Región del Biobío, específicamente en la Península de Coliumo, se encuentra un «paraíso escondido» conocido como la cueva de los patos. Este lugar es hogar del cormorán de menor tamaño en Chile, el «pato lile», que se distingue por su color gris, pico amarillo, patas rojas y una mancha blanca en el cuello. Los patos liles habitan en el litoral, prefiriendo las zonas rocosas, lo que hace de la cueva un sitio ideal para su observación.
Para llegar a la cueva, los visitantes deben tomar un bus hacia Coliumo desde Tomé, un trayecto que dura entre 15 y 20 minutos. Una vez en Coliumo, es necesario descender en un punto específico donde hay una cerca, que permite el acceso a la conocida «Casa Piedra». Sin embargo, la cueva no se encuentra ahí; se debe continuar por otra ruta, ascendiendo un cerro que acerca aún más al destino.
El esfuerzo de la caminata es recompensado al alcanzar la cima del cerro, desde donde se pueden avistar las aves sobrevolando la cueva. Los visitantes tienen la opción de observarlas desde una altura o descender por un camino rocoso para disfrutar de una vista más cercana. Esta experiencia no solo ofrece un contacto directo con la naturaleza, sino que también permite una conexión especial con la fauna local.
Gonzalo Cabezas, guía turístico de la zona, destaca la importancia ecológica de la cueva. Según él, «la Cueva de los Patos se divide en dos partes: la del sector sur, que se ingresa por Casa Poli, y la del sector norte”. Cabezas subraya que este lugar es vital para el ecosistema, ya que alberga y anida a los cormoranes liles, aves que embellecen los territorios costeros desde el sur de Perú hasta la región.