Tóxicas la obra, estuvo en Concepción

¡Una noche llena de risas, reflexión y buen teatro en Concepción! La obra, presentada en el Teatro UdeC, comenzó exactamente a las 20:30 hrs y logró congregar a un público mayoritariamente femenino, con muchas mujeres mayores que llegaron ansiosas por disfrutar de una noche diferente. La sala se llenó rápidamente, y desde el inicio, el ambiente se sintió cálido, con risas y expectativas por lo que estaba por venir.

La puesta en escena se dividió en tres partes, cada una abordando diferentes aspectos de la toxicidad en las relaciones humanas, específicamente en el contexto de pareja, familia y amistad. La obra se centró en la historia de tres amigas y sus respectivas experiencias, explorando temas complejos pero con un toque de humor que hizo que la audiencia se sintiera identificada y se riera a carcajadas en varios momentos.

La primera parte, se centra en el personaje de Monserrat Ballarin, a quien le recuerdan las situaciones que realizo en la última fiesta producto de encontrarse ebria, y nos llevó a una fiesta donde las tres amigas compartían confidencias y anécdotas. La escenografía, muy bien lograda, junto con una iluminación acertada, crearon un ambiente festivo pero cargado de tensión emocional, ya que en la conversación emergían temas sobre relaciones tóxicas y dinámicas dañinas. La interacción entre las actrices fue natural, y el público se divirtió mucho con las situaciones cómicas que surgieron.

Luego, en la segunda parte, las amigas acudieron a una sesión con una terapeuta; personaje que es realizado por Natalia Valdebenito. Aquí, la obra profundizó en sus historias familiares y de pareja. Una de las personajes vivía todavía con sus padres, lo que generaba cierta dependencia y complicaciones en su vida amorosa. Otra, mostraba una relación tóxica con su pareja, con comportamientos que reflejaban control y manipulación. La dinámica en esta sección fue muy realista y emotiva, logrando que la audiencia reflexionara sobre la importancia de reconocer y afrontar la toxicidad en sus propias vidas.

La tercera parte se adentró en la etapa de la vejez, en donde toma relevancia el personaje protagonizado por Javiera Contador, donde las amigas ya mayores enfrentaban los desafíos de la soledad y la aceptación. A través de diálogos profundos y momentos de humor, la obra cerró con una reflexión sobre cómo la toxicidad puede dejar huellas en diferentes etapas de la vida, pero también cómo la amistad y el apoyo mutuo son fundamentales para superarla.

El momento más destacado de la noche fue, sin duda, el cierre, donde la risa fue el elemento que predominó. El talento de las actrices brilló en escenas cargadas de humor, especialmente en el segmento final, que fue un verdadero pico de risas para la sala. La escenografía, que incluía cambios sencillos pero efectivos, y la iluminación contribuyeron a crear ambientes que transportaron a la audiencia entre la fiesta, la consulta terapéutica y la nostalgia de la vejez.

El baile que acompañó la despedida fue otro punto alto, mostrando la energía y sincronización del elenco. La combinación de actuaciones cómicas, momentos emotivos y una puesta en escena cuidada hicieron que la función fuera un éxito rotundo y una experiencia memorable para todos los asistentes.

En conclusión, esta obra de teatro en el Teatro UdeC fue mucho más que entretenimiento: fue una invitación a reflexionar sobre la toxicidad en nuestras relaciones y la importancia de la amistad y el autocuidado en todas las etapas de la vida. Sin duda, una propuesta que dejó huella y que promete seguir generando conversaciones entre su público.

Por Yenny Zuñiga

Fotografía Joaquín Neira

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